No solo en CDMX: Las ciudades del mundo que también han puesto freno a Airbnb
El Congreso de la Ciudad de México acaba de aprobar una nueva regulación que limita el uso de plataformas de renta temporal como Airbnb y Booking.com. A partir de ahora, las propiedades registradas en estas plataformas en la CDMX solo podrán rentarse por un máximo de seis meses al año. Esta medida busca mitigar los efectos de la gentrificación y equilibrar la competencia entre los alojamientos tradicionales, como los hoteles, y las plataformas digitales. Sin embargo, esta regulación no es única en el mundo. Varias ciudades, desde París hasta Nueva York, también han tomado medidas similares para controlar el impacto de Airbnb en sus comunidades.
Este tipo de plataformas ha transformado la forma en que los turistas encuentran alojamiento, ofreciendo una alternativa, a veces más económica y auténtica, a los hoteles. Sin embargo, su auge ha generado grandes tensiones en las ciudades, donde el aumento de rentas a corto plazo ha provocado la escasez de viviendas disponibles para los residentes locales y, en algunos casos, ha acelerado la gentrificación. Este fenómeno ha obligado a gobiernos locales a intervenir y establecer límites.
La regulación de Airbnb en CDMX
Con la nueva regulación en CDMX, las propiedades registradas en Airbnb solo podrán rentarse durante seis meses al año, y se prohíbe expresamente la renta de propiedades destinadas a la vivienda social, como las reconstruidas tras el sismo de 2017. Esta restricción tiene como objetivo evitar que propiedades con un fin social sean utilizadas con fines turísticos, lo que podría desplazar a los residentes locales que más necesitan acceso a estas viviendas.
Además, el Congreso de la CDMX busca equilibrar la competencia entre los alojamientos tradicionales y las plataformas digitales. Durante años, los hoteles han argumentado que plataformas como Airbnb representan una competencia desleal, ya que no están sujetas a las mismas regulaciones que los hoteles en términos de impuestos y normativas de seguridad.
El fenómeno global: otras ciudades también regulan Airbnb
Aunque esta regulación es importante para la CDMX, es clave entender que no es la única ciudad que ha decidido tomar medidas. Otras grandes ciudades alrededor del mundo ya han implementado desde hace años restricciones para plataformas de renta como Airbnb, enfrentando problemas similares como la gentrificación, el aumento de precios en las rentas y la escasez de viviendas para los locales.
París: límite de 120 días al año
París es uno de los mercados más grandes de Airbnb, con más de 60,000 apartamentos disponibles para renta. Sin embargo, la ciudad ha implementado regulaciones estrictas para evitar que Airbnb desplace a los residentes locales.
Desde 2021, cualquier propiedad en Airbnb en París solo puede rentarse por un máximo de 120 días al año. Además, todas las propiedades deben mostrar un número de registro en los anuncios, lo que permite a las autoridades verificar que se cumplan las normas.
Barcelona: prohibición gradual
Barcelona ha adoptado una postura aún más severa. El alcalde Jaume Collboni anunció que para el 2028 eliminarán los 10,000 departamentos turísticos de la ciudad. Esto significa que no se renovarán las licencias de renta turística existentes y no se emitirán nuevas. Barcelona ha sido una de las ciudades más afectadas por el turismo masivo, y las autoridades buscan devolver los espacios residenciales a los locales.
Nueva York: restricciones casi totales
En Nueva York, las regulaciones son tan estrictas que desde septiembre de 2023, más del 80% de los anuncios de Airbnb han sido eliminados. La ciudad implementó la Ley Local 18, que prohíbe rentar propiedades por menos de 30 días a menos que el propietario viva en la vivienda y solo se permite a un máximo de dos huéspedes. Esta medida busca aliviar la crisis de vivienda que enfrenta Nueva York, donde los alquileres a largo plazo han sido desplazados por rentas a corto plazo más lucrativas.
Viena: límite de 90 días al año
En Viena, los propietarios solo pueden rentar sus propiedades durante un máximo de 90 días al año en plataformas como Airbnb. Al igual que en otras ciudades, esta medida busca controlar el impacto del turismo en las zonas residenciales y garantizar que las viviendas estén disponibles para los locales.
Berlín: regulación de segundas propiedades
Berlín ha establecido que los propietarios que desean rentar más del 50% de su vivienda o una segunda propiedad deben obtener un permiso especial. Este trámite es gratuito, pero difícil de conseguir, y las autoridades han impuesto multas de hasta 500,000 euros para quienes infrinjan las reglas. Además, todos los anuncios deben mostrar un número de registro para permitir la supervisión gubernamental.
¿Las regulaciones realmente funcionan?
A pesar de las buenas intenciones de estas regulaciones, no siempre han logrado los resultados esperados. En Nueva York, por ejemplo, tras las severas restricciones impuestas, ha surgido un mercado negro de rentas ilegales, donde anfitriones usan plataformas como Craigslist, grupos de Facebook o incluso Telegram para evitar las nuevas reglas. Esta situación demuestra que, si bien las regulaciones pueden ayudar a controlar algunos aspectos, también es necesario un monitoreo y cumplimiento más efectivo.
Cada ciudad enfrenta sus propios desafíos con Airbnb y otras plataformas de renta temporal, y no todas han adoptado las mismas medidas. Algunas ciudades ven a Airbnb como una herramienta para impulsar el turismo y la economía local, mientras que otras prefieren restringirlo para proteger a los residentes y estabilizar los precios de las viviendas.
La regulación de Airbnb en la Ciudad de México es parte de una tendencia global. Ciudades como París, Nueva York, Barcelona, Viena y Berlín han implementado restricciones similares para mitigar el impacto negativo en sus mercados inmobiliarios y proteger a sus residentes. Sin embargo, la efectividad de estas medidas sigue siendo un tema de debate. Mientras algunas ciudades logran un equilibrio entre el turismo y la vida local, otras enfrentan desafíos adicionales, como la proliferación de mercados ilegales.
Lo que está claro es que, con la expansión de plataformas como Airbnb, los gobiernos locales están obligados a adaptarse a esta nueva realidad. Las medidas impuestas en la CDMX son un paso importante para proteger el acceso a la vivienda, pero también abren la puerta a un debate más amplio sobre cómo equilibrar la innovación tecnológica con las necesidades de los residentes locales.